Ni mucho que queme al Santo ni poco que no lo alumbre
A veces estar en los extremos es un error peligroso.
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A veces estar en los extremos es un error peligroso.
Nuestro país ha visto y sufrido en los últimos dieciocho meses cambios que algunos pensamos nunca veríamos. Algunos muy positivos, otros no tanto, pero no olvidemos que TODOS los cambios implican sufrimiento y dolor porque alguien pierde algo. Para los humanos, no importa si el cambio será beneficioso en el largo plazo, dejar algo nos cuesta. Por eso es que la búsqueda del bien común es tan difícil, porque alguien tiene que sacrificar sus privilegios en beneficio de la mayoría. En esta nueva búsqueda nacional de controlar y exigir más de nuestras autoridades debemos participar todos activamente. Pero debemos de ser cuidadosos de no ser tan extremistas en la búsqueda de tales controles que, en vez de generar participación, logremos lo contrario, una apatía generalizada que solo va a beneficiar a los cueros y los pícaros. No olvidemos que, aunque la mayoría pensamos que la ley y el orden están
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