El sector privado organizado en Fundesa y CACIF, finalmente dio el paso para proponer la discusión de una reforma fiscal que era una tarea pospuesta hace unos ocho años. La declaración de los personeros, llegó tras varias sugerencias que se hicieron en el sentido de buscar un cambio en la percepción de la gente con respecto a las posiciones tradicionales de la dirigencia empresarial. No obstante, tras el anuncio de propiciar un diálogo para discutir los términos de la reforma, el Presidente salió cantando con baladrones tonos, que estaba por salir del horno la propuesta de reforma fiscal del Ejecutivo. La iniciativa del grupo donde estaba uno de los “caballeros a carta cabal” como alguien le llamó, fue desinflada por el petardo gubernamental que tomó a todos por sorpresa; quizá se demoraron mucho en tomar la decisión –empujados por las últimas actuaciones de la SAT– o tal vez la propuesta