Gobernar en un resquicio
Mientras se avivan las tensiones y campaña negra entre Sandra y Jimmy, la verdadera lucha política se libra en otras canchas.
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Mientras se avivan las tensiones y campaña negra entre Sandra y Jimmy, la verdadera lucha política se libra en otras canchas.
Está visto que los dos candidatos al balotaje no tienen, ni por asomo, dotes de estadista para hacerse cargo de conducir al país por mejores derroteros. No se trata de buena voluntad, de querer representar experiencia o perfiles con caras nuevas. La oferta electoral solo corresponde con el momento en el que nos encontramos: transición de una sociedad conformista, benevolente e impasiva a una menos tolerante pero aún vulnerable, donde el camino recorrido desde abril puede ser reversible. Dos expresiones distintas en la superficie pero en el fondo expresiones desfasadas, en franco agotamiento con ropajes de partidos políticos. Dos tipos de disfraces que advierten continuidad, en contraposición a los aires de cambio que exige una buena parte de la ciudadanía. Se ha dicho recurrentemente que quien resulte electo tendrá poco margen de maniobra. Por tanto, aunque su objetivo primario consiste en ganar las elecciones, también buscan ampliar sus espacios de
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