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El desfinanciamiento del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado 2016 constituye un grave riesgo para la estabilidad económica del país. Contrario a lo que diría el sentido común, decenas de expertos se han dado a la tarea de tratar de convencer al público que el problema es el nivel de la recaudación tributaria. Fieles a su cantilena, estos modernos sofistas evitan hablar de la baja calidad, despilfarro, plazas fantasmas, corrupción, opacidad, ausencia de resultados y deficiente planificación, monitoreo y evaluación que caracteriza al gasto público. Llegando, incluso, a minimizar la corrupción y malos manejos del erario público que han quedado a la vista de todos. Su atrevimiento de sugerir un aumento de impuestos para reducir el desfinanciamiento del Presupuesto constituye una falta de respeto al pueblo de Guatemala. En las condiciones actuales, sin que haya de por medio una reestructuración profunda del sistema de compras y contrataciones
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