Los programas sociales, su incidencia y el voto
Para aprender a pescar, se tiene que haber comido.
Publicidad
Para aprender a pescar, se tiene que haber comido.
Las transferencias condicionadas que consisten en la entrega mensual de una mínima cantidad de dinero a las familias que más lo necesitan constituyen, hasta ahora, la más eficiente forma de ayudarles. Los trescientos míseros quetzales –ese su monto– son entregados a la mujer –cabeza de familia– pudiendo esta disponer de la cantidad completa con absoluta libertad, atenida tan solo a su criterio Las transferencias condicionadas tienen muchas ventajas sobre otras formas de apoyo, formas que deben desaparecer, tal el caso de las bolsas –bolsas solidarias, al principio y, después, seguras– ya que estas distorsionan el mercado y se prestan –es inevitable– a muchas corruptelas, entre estas, las de los “proveedores especiales”. Las transferencias, por el contrario, se limitan a incrementar la capacidad de compra (de consumo) a través del dinero transferido, soberana la decisión de la jefa de familia sobre lo que quiera comprar y a quién comprarle y constituyen un
Publicidad
Publicidad