Votar por diputados, depurar el Congreso
Nadie puede refutar que estamos viviendo un patético y abrumador circo electoral.
Publicidad
Nadie puede refutar que estamos viviendo un patético y abrumador circo electoral.
En una democracia en la que se respeta y cumple el derecho a un proceso electoral puro en el que el voto sea libre y efectivo, se hubieran cancelado o postergado las elecciones del domingo próximo, en las que además de las muchas ilegalidades, el candidato puntero compró votos, diputados e inyectó cerca de mil millones de quetzales del narcotráfico en su campaña. Nadie puede refutar que estamos viviendo un patético y abrumador circo electoral. En el pueblo, no hay ánimo de celebrarlo. En medio de semejante proceso tan cundido de irregularidades, los ciudadanos estamos llamados a seguir luchando por la justicia. Celebrar elecciones en estas circunstancias en nada sostiene un “orden constitucional” cuyo significado es nulo para las mayorías burladas y saqueadas por el poder. Por ello, no invito a votar por presidente, porque el destape de tanta putrefacción en los tres candidatos punteros en las encuestas, terminaron convirtiendo
Publicidad
Publicidad