Recapacite y renuncie
Y ahí está el Presidente señalado como delincuente líder de una red corrupta que ha defraudado al propio Estado.
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Y ahí está el Presidente señalado como delincuente líder de una red corrupta que ha defraudado al propio Estado.
Las acusaciones emitidas por el Ministerio Público (MP) y por la CICIG en contra del presidente de la República, Otto Pérez Molina, son contundentes y que no se piense que son negociables. Hay elementos de prueba suficientes que son irrebatibles que lo incriminan de ser el líder de la red de defraudación tributaria denominada La Línea. Le llegará el momento, más temprano que tarde, en que se tendrá que someter a un juicio en el que, por supuesto, ejercerá su derecho de defensa tal como lo está enfrentado la ex vicepresidente de la República, Roxana Baldetti Elías, sin subterfugios. Los mensajes que el Presidente le ha dirigido a la Nación como el del domingo pasado en que reaccionó a las acusaciones en su contra expresando que es inocente y que no renunciará, reafirma que ha perdido el sentido de la realidad, la coherencia de sus conceptos de Estado y que
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