Ni discurso ni debate; apenas comunicación política
Nos quedan únicamente los llamados debates que organizan algunas instituciones.
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Nos quedan únicamente los llamados debates que organizan algunas instituciones.
El discurso, que es intrínseco a la ciencia política, ha dejado de ser utilizado por los aspirantes a puestos de relevancia nacional debido, seguramente, a la incapacidad que estos tienen de presentar en forma coherente y convincente la argumentación fundamentada para cada uno de los “grandes” temas de relevancia nacional. El discurso requiere de la retórica, ese arte de hablar con eficacia para lograr el convencimiento del público, provocando en este un sentimiento de adhesión. En Guatemala hace mucho tiempo no se cuenta con líderes que convenzan mediante discursos bien construidos, con sentido y con la belleza de la palabra oportuna y concisa. Tampoco hemos tenido debates políticos entre contendientes a puestos de elección popular. Hace poco el licenciado Roberto Ardón presentó en un interesante libro el debate político en nuestro país, (Los debates políticos en Guatemala; FyG editores, 2015), estudiando tres casos históricos: los debates entre Alejandro Maldonado
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