El orden de la vida (2)
buscando a syd
Publicidad
buscando a syd
Agradezco a quienes me dieron esta oportunidad periodística, así como agradezco a todos los que a lo largo de los años se ocuparon de hacer la columna posible –editores, correctores, etcétera. Y por supuesto, a los lectores, a quienes rindo aquí una ofrenda exaltada (flores, sahumerios, cereales sagrados). Y ahora nos vamos. Not with a bang but with a whimper. Si juntásemos todas estas columnas –unas setecientas, calculo, al vuelo– obtendríamos un volumen gordo, un dolmen, con algunos, yo creo, momentos especiales. Es el resultado de tanto buscar a Syd, a quien ya no seguiremos buscando… Acaso nunca existió, como nunca existieron los gigantes de Quijano. O a lo mejor está sentado a mi lado, mientras voy poniéndole punto final a esta cosa. Por cierto que están, no todas, pero casi todas las columnas recopiladas en un blog, cuya dirección es buscandoasyd.blogspot.com. Si algo inteligente hice fue irlas
Publicidad
Publicidad