Baldizón a la… OEA
Otro talento que se nos va.
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Otro talento que se nos va.
Uno puede compartir con el presidenciable Baldizón, que a Guatemala sí le toca. A qué costo, en qué plazo y con cuáles actores, está por verse. Hasta hace algunos meses Manuel Baldizón y sus huestes se pensaban imprescindibles, el doctor se veía a sí mismo con la banda presidencial cruzándole el pecho, como recompensa natural al cúmulo de años de recorrer Guatemala, pagarse estudios en París e invertir millones de quetzales –de lícito origen– en aquel afán. Sin embargo, hay que decirlo, su obsesión le hizo perder el bosque, dedicó demasiado tiempo a ver el árbol, aquella planta de madera dura, tronco y ramas torcidas… despeinadas, que en noche sin Luna, le aparece en sus peores pesadillas como aquel cadalso a donde fueron a parar sus mejores sueños, aquellos en donde vestido de emperador con impecable túnica, le coronaban con rama de olivo, ovacionado por miles de ancianos y madres
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