¿Elegiremos bandidos?
La democracia guatemalteca ha estado secuestrada por muchos años.
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La democracia guatemalteca ha estado secuestrada por muchos años.
Me pregunto: Si los conceptos de legalidad y justicia para juzgar los casos denunciados por el Ministerio Público y la CICIG, que señalan a candidatos activamente vinculados a las redes político-económicas ilícitas que se construyeron alrededor de los partidos políticos de franquicia, hoy, la Corte de Constitucionalidad, los jueces, la Corte Suprema de Justicia, el Congreso de la República y el Tribunal Supremo Electoral actuarán para rescatar un sistema democrático estrangulado y sometido a los poderes de los círculos de impunidad, o si justificarán, como acostumbran, seguir sosteniendo e imponiéndonos un sistema político corrupto, saqueador, abusivo asociado con la empresa voraz y el narcotráfico, porque no encuentran asideros legales para juzgarlos. ¿Del lado de los intereses de quién colocarán la defensa de la soberanía y de la institucionalidad? Por más que los versados en Constitucionalismo y el TSE expliquen, a los millones de votantes, que legalmente la fecha de
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