La corrupción en los tiempos de Medina Farfán e Iván Velásquez
Pareciera ser que la Caja de Pandora desatada hoy nos lleva a elaborar unos casos paradigmáticos.
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Pareciera ser que la Caja de Pandora desatada hoy nos lleva a elaborar unos casos paradigmáticos.
Con la sobriedad que lo caracteriza, las alocuciones del colombiano Iván Velásquez siempre quisieran ir más allá de la cuadradez jurídica, y la franqueza con la que habla parecieran llevarlo, con un aire a lo Sherlock Holmes, hacia aquellos embrollos de los actos morales definitorios, que buscan a la abeja reina y los emporios responsables de lo que nuestra legislación penal define como el “Cohecho Activo”, o sea el lado privado de la corrupción pública. Y es que resulta ser que con la captura de ejecutivos vinculados a Pisa, Zeta Gas y Jaguar Energy, dentro de toda la tragicomedia criolla, todo ello pareciera lanzar severas lecciones a la propia comunidad internacional, principalmente en relación con sus formas de hacer negocios en estos entornos subdesarrollados. Veamos por ejemplo quiénes son al final los responsables de Jaguar Energy Guatemala LLC (JEG). En primer lugar la compañía fue constituida en el Estado
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