Publicidad
Destruir un país es más sencillo que construirlo. En las últimas dos décadas la democracia ha retrocedido en el mundo y las dictaduras se han afianzado. Pero, irónicamente, éstas últimas han demostrado que son peores que los países libres para adaptarse a los intereses, valores y necesidades cambiantes de sus habitantes, en un mundo que progresa a pasos agigantados.Dictaduras como la de Nicaragua, China y Rusia, prometieron seguridad y riqueza a sus gobernados y estos les creyeron, por complacencia, credulidad o costumbre. Pero vemos que los dictadores de estas naciones fueron incapaces de cumplir con estas promesas ante las crisis…
Publicidad
Publicidad