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Nuevamente, la Policía, con el pretexto de combatir la delincuencia, está colocando retenes en distintas calles y avenidas de los centros urbanos, así como en carreteras en todo el territorio nacional en general. Estos retenes, además de provocar lamentables congestionamientos y obstrucciones al tránsito, no son eficaces y algunos terminan prestándose para extorsionar a incautos o intimidados ciudadanos, especialmente aquellos de escasos recursos que no están informados de sus derechos y son víctimas vulnerables del abuso y de la arbitrariedad de agentes del orden corruptos ávidos de sacar raja a su ventajosa posición. El pobre es quien generalmente cae víctima…
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