La religión y el COVID-19

Ya pasamos más de cuatro meses con medidas de restricción y de cualquier manera hemos pasado lo peor desde el punto de vista sanitario, económico y social, tanto a nivel individual como colectivo y nos hemos acostumbrado y sobre todo concientizarnos en lo que a confinamiento y medidas de protección se refieren y el uso de la mascarilla, el lavado constante de manos y el uso de alcohol frecuentemente, así como guardar la llamada distancia social, todo como consecuencia de la pandemia por el COVID-19 y obviamente existen presiones de todo tipo en relación al transporte, al comercio y a actividades tanto al aire libre como en ambientes cerrados, para liberarlos. En este último aspecto me refiero sobre todo a ambientes deportivos que con todo respeto para los señores deportistas, jugadores y directivos y personas que viven del presupuesto asignado por el Estado, bien podría esperar para no aumentar el