Apenas estamos en los primeros días de enero de 2022, año complejo, como los anteriores dos. En el ambiente circulan los riesgos por el COVID-19, más otros más, los que se relacionan con lo político y los sistemas de seguridad y justicia. En este último aspecto, el año será particularmente difícil y trascendental.  El poder económico y sus aliados, junto a los operadores que trabajan para ellos, han evitado cualquier cambio al sistema político, que desde hace más de dos siglos los beneficia. Cuando la extinta CICIG, con ayuda de la FECI, sacó a luz casos que involucraban desde binomios…