El nuevo giro de la coyuntura
Se acaba la fiesta del Pacto de Corruptos.
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Se acaba la fiesta del Pacto de Corruptos.
El resultado electoral del 6 de noviembre en los EE. UU. tiene mucho más que ver con nuestra sinuosa vida política de lo que percibimos a simple vista. Ha comenzado el cierre de la coyuntura de cien días efectivos que tanto envalentonó al Pacto de Corruptos. Esa coalición pudo abrir la puerta de Washington mediante un simple pero eficaz cabildeo (“todos los miedos juntos” que despertó la CICIG), apalancándose en la mudanza a Jerusalén y los apetitos mercaderes de la familia Trump, así como el derecho de picaporte que facilita financiar a más de algún senador republicano de Florida y las afinidades neopentecostales con la Casa Blanca. El control demócrata de la Cámara Baja restituye el acuerdo bipartidista de la política centroamericana y se traducirá el próximo año en actos simbólicos y reales. Simbólica será la lista que anunció la representante Norma Torres, con nombres de criminales y corruptos
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