Las sombras
Vilipendiar las reglas democráticas no puede llevarnos a ningún sitio.
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Vilipendiar las reglas democráticas no puede llevarnos a ningún sitio.
Los vientos oscuros se expanden en territorio continental. Como sombras. Al parecer, una amenaza neofascista está aflorando de las tierras menos pensadas. La democracia de Brasil, el mayor país latinoamericano, corre serio peligro y no es de ignorarse. Esta vez no consiste en un golpe liderado por militares, como solía ocurrir en tiempos pasados, sino del resultado de la recientes elecciones. Los discursos y mensajes de Bolsonaro (presidente electo), llenos de odio contra la izquierda y de confesas convicciones antidemocráticas, racistas, misóginas, homofóbicas han despertado reacciones de múltiples sectores que ven en este ejemplo uno más para manifestar sus más altas preocupaciones. Son, sin duda, las violencias urbanas una amenaza para la mayoría de pueblos latinoamericanos, pero solucionarlas con más violencia y desgarramiento no es para nada ninguna solución. A estas alturas, vilipendiar las reglas democráticas no puede llevarnos a ningún sitio más que a uno habitado por sombras,
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