La lucha: el bien contra el mal
Los países desarrollados no están interesados en que nos convirtamos en sus competidores.
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Los países desarrollados no están interesados en que nos convirtamos en sus competidores.
Desde que nacemos estamos sujetos a resolver situaciones y a tomar decisiones, al presentarse diferentes posibilidades de acción. Pero no todos tenemos las mismas oportunidades, al encontrarnos en diferentes circunstancias y aconteceres; unos tienen un inicio y un recorrido muy difícil, mientras otros, uno sin dificultades. Las vicisitudes de la vida nos pueden inclinar a ser: 1- un luchador a través del esfuerzo personal para obtener resultados cumpliendo las normas del sistema, 2- rompiendo las mismas y 3- en un apocado que no participa y se conforma con los hechos. Van surgiendo en el interior de cada uno las diferentes maneras de actuar y de responder ante las circunstancias, las cuales son base de acción en la vida, aunque normalmente van cambiando de acuerdo con las de diferentes enseñanzas y experiencias que se reciben. Para aquellos que no encuentran solución a su futuro y el de sus descendientes, les surge
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