Impulsores SI, frenos NO
Los impulsores están siempre más dispuestos a arriesgar el presente, en busca de un mejor futuro.
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Los impulsores están siempre más dispuestos a arriesgar el presente, en busca de un mejor futuro.
Al margen de las intenciones, siempre estamos rodeados de impulsores o de frenos. Es la ley de la vida. Las personas que nos rodean en la casa, el trabajo o la universidad, pueden ser nuestros impulsores o nuestros frenos más poderosos. Depende de la actitud con la que interactúen con nosotros. Los peores son los protectores cariñosos, aquellos que te quieren pero que siempre te están recordando los peligros, el riesgo de un potencial fracaso o la importancia de postergar la aventura hasta contar con mayor experiencia. Siempre suenan objetivos y experimentados, pero son un freno para el crecimiento. Sin querer impulsan hacia que acertemos bajo, y que resignemos pretender la cima. Más vale pájaro en mano que cien volando, sería su frase favorita. Los hay, opuestos. Personas que siempre están impulsando nuestros sueños, que incitan a buscar grandes objetivos, que promueven que tomemos riesgos, que evitemos perder la esperanza
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