Los destructores de Empleo
Tal es el momento de reformarlo todo y acabar de una vez con desgastados mitos como el del salario mínimo.
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Tal es el momento de reformarlo todo y acabar de una vez con desgastados mitos como el del salario mínimo.
El Procurador de los Derechos Humanos y sus aliados han de estar muy felices: ganaron la batalla contra los salarios diferenciados, no contra la falta de empleo y pobreza en Guatemala. Podrán colgarse esta medalla en el pecho y sacarle provecho político y financiero. Lo que no se dice es que lo que ellos ganan, lo pierde el pueblo de Guatemala. Así es este juego político-judicial: lo que ganan los defensores de los derechos humanos, de los derechos laborales y jueces constitucionales lo pierden los guatemaltecos que no tienen trabajo. Así es. La práctica de diferenciar salarios es bastante común a lo largo y ancho del mundo. Basta con revisar los niveles salariales dentro de la Unión Europea o dentro de EE. UU. para constatar que no puede pretenderse que exista un único salario mínimo cuando las características del empleo, socioeconómicas y productivas dentro de un país o región son
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