Tercera llamada…
Después del 14 de enero, el crujir de dientes.
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Después del 14 de enero, el crujir de dientes.
Otto Pérez no pudo hacer el gobierno de la transición, pero aún está a tiempo de dejar un único legado: las reformas pertinentes a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Teóricamente tiene 25 votos en el Congreso, y son suficientes para pasar en tercera lectura una reforma que ya es gatopardista. Sin embargo, si atiende las recomendaciones de la Plataforma Nacional para la Reforma del Estado y del Grupo de los Cuatro (G4), puede rescatar lo mínimo: validez del voto nulo, reelección acotada y candados al transfuguismo, aplicables a estas elecciones. Por supuesto que eso no altera el régimen político, como lo propuso la Plataforma al abrir la participación ciudadana a cargos de elección con representación equitativa de mujeres y pueblos indígenas; ni democratiza los partidos al quitar la llave a los caciques y dueños de decidir (o vender) las candidaturas con apenas el diez por ciento de
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