Coloquialmente, se conoce así a alguien que es fuerte, ecuánime ante la desgracia (1. adj., Diccionario de la lengua española). Pero también, por supuesto, se dice que es estoico quien sigue la doctrina del estoicismo. A su vez, también a nivel más prosaico, al estoicismo se le asemeja con la fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad. Dicho de otra forma, entonces, cuando se le dice a alguien que es un “estoico” es porque “aguanta” fuertemente ante las adversidades de la vida, y controla sus pensamientos, sus reacciones.  Podría decirse entonces que se es un “virtuoso”. Hay un libro escrito por el autor Massimo Pigliucci, redactado (y traducido) en lenguaje sencillo y asequible, cuyo título es el mismo que utilizo en esta columna. Pero tiene además un subtítulo interesante: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna. Así que esta obra de un poco más de 200 páginas busca