Como para no mentarles la madre…
La decadente política guatemalteca.
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La decadente política guatemalteca.
En año preelectoral, utilizando fondos públicos para celebrar el Día de la Madre, un gran número de alcaldes (casi todos buscarán su reelección) echaron la casa por la ventana. En algunos lugares hubo rifa de carros, motos, vajillas, electrodomésticos, «gabachas para las doñitas», de todo lo que te puedas imaginar. Para algunos shows se rentaron helicópteros y limusinas. Un extenso reportaje del diario Prensa Libre de anteayer muestra fotografías de los ediles entregando premios. Uno de los subtítulos del matutino señala que los alcaldes «niegan que haya intenciones electorales». Solo los pendejos y el Tribunal Supremo Electoral lo pueden creer. Seguramente, la Contraloría General de Cuentas no hará ningún reparo. Es la forma en que se maneja un país cuyo sistema agotado ya no ofrece soluciones. En un país con desnutrición creciente (en los primeros meses aumentó en más de 7 por ciento con respecto al año anterior) y con
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