Para comprender la actual crisis en la frontera entre Rusia y Ucrania, hay que repasar cuatro elementos claves: primero, la invasión de Rusia a Georgia en agosto del 2008, que se debió también al acercamiento entre Georgia y la Unión Europea, algo que los rusos desde mediados de los años 90 han rechazado debido a considerar el Cáucaso y el mar Negro territorios estratégicos de los cuales depende su seguridad nacional. Esta invasión fue un mensaje para otros países como Bielorusia, Ucrania, el resto del Cáucaso, así como a otros países en el mar Caspio como Kazakstán y Turkmenistán. Segundo, la fatídica declaración hecha por Barack Obama en agosto del 2012 sobre el conflicto en Siria, argumentando que el uso de armas químicas por parte del gobierno de Bashar al Assad sería cruzar “una línea roja”. Meses después, cuando el régimen de Assad hizo precisamente esto y los Estados Unidos