Sensibilidad y rabia
He llegado a pensar que la crueldad, en este mundo, es una virtud, y que la sensibilidad por el contrario se ve como una carencia.
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He llegado a pensar que la crueldad, en este mundo, es una virtud, y que la sensibilidad por el contrario se ve como una carencia.
Siempre me costó relacionarme con los demás, nunca fue un secreto, nada más es que ahora ya no me avergüenzo de esta soledad. Por eso me gustaba jugar ajedrez; poquitas personas y silencios. Normalmente me iba caminando para todos lados, hasta que un borracho se chocó en la esquina y me prensó la falda. Ese día lo recuerdo siempre como un chispazo, me sentí muy chiquita, ¿te recordás que te conté? Así, desde ese día tenía que esperar a que llegaran por mí a todos lados. A todos. Esperaba largos ratos entre las columnas del templo. Pienso en mi bisabuelo…
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