Publicidad
Durante muchos años he realizado con alegría y el resultado final de algunas libras de más La ruta de la empanada, travesía que llevo a cabo durante los viernes de Cuaresma, cuando me dedicaba a visitar y comprar empanadas horneadas rellenas de manjar de leche. La ruta de la empanada regresará en un futuro próximo, primero Dios, como deliciosa aventura gastronómica de tradición recorriendo las calles y panaderías de esta inmensa ciudad y muy especialmente del Centro, en donde he encontrado variedad de establecimientos que compiten haciendo empanadas rellenas de manjar. Mi costumbre de viernes de Cuaresma es minuciosa la búsqueda de este exquisito platillo de época, visitando lugares conocidos o por referencias de lectores, y de paso me sumerjo en el tiempo y en las fachadas neoclásicas, balcones de herrería retorcida formando enramadas de flores, terremoteadas por el tiempo o el grafiti, tocando a las casas o viendo la
Publicidad
Publicidad