La memoria no está confinada
Lo humano, la conciencia y la dignidad siguen erguidas desde siglos, a pesar de las pandemias y del horror.
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Lo humano, la conciencia y la dignidad siguen erguidas desde siglos, a pesar de las pandemias y del horror.
Junio es el mes que en Guatemala vestimos las calles y comunidades con las memorias de quienes nos fueron arrebatados físicamente por la brutalidad de la represión genocida del Estado, aunque todo el año tenemos fechas que atraviesan muros, silencios y gestos de rebeldía. En 2020, junio nos llega en momentos en que el mundo enfrenta una crisis que ha develado las lógicas del neoliberalismo, expresadas en las formas como la mayoría de países han enfrentado la pandemia del COVID-19.
Este junio se cumplen tres meses desde que en Guatemala se iniciaron las disposiciones gubernamentales que han escalado desde lo confuso, errático e insustancial hasta lo criminal. Por alguna razón no sorprende tanta ineficacia, tanto desprecio por la vida humana y del planeta, tanta impunidad para proteger a poderosos y tanta injusticia para condenar a quienes buscan el sustento de ellas y sus familias. Las medidas tomadas por el gobierno encajan con el pacto de corruptos y la búsqueda de impunidad para responsables de crímenes que no se han extinguido ni en el tiempo, ni en la distancia, ni en la emoción de las familias y comunidades golpeadas.
Aunque esta pandemia ha obligado al confinamiento físico, los pensamientos, saberes y memorias siguen circulando a pesar de las inquisiciones que prevalecen a través de los fundamentalismos de todo tipo que las alimentan.
En Junio 2020 conmemoramos la primera acción de calle impulsada por la organización Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio H.I.J.O.S. El 30 de junio de 1999, se recuperaron las calles, saliendo al paso del tradicional Desfile Militar. A partir de ahí se conmemora la Dignidad de Héroes y Mártires de la represión, esto desde la celebración de la vida, la poesía y la música. Cada año se renuevan los muros que preservan rostros y nombres de quienes viven en las luchas, resistencias de hoy y ahora, por todas las vidas, contra todas las pandemias, incluido el olvido.
Este año la memoria no se confina, sale al encuentro de quienes encarnan la dignidad y rebeldía que quisieron extinguir con genocidio, desaparición forzada y violencia sexual. El ADN de quienes no “normalizaron” las injusticias y no le dieron la espalda a la realidad, se multiplica en las voces y acciones de las generaciones que les han seguido. Hoy, a pesar de este contexto mundial, hay continuidad de sueños de justicia que viven, circulan, y es imposible silenciarles, confinarles, marginarles. Sueños al centro de las resistencias de los pueblos y sus territorios.
H.I.J.O.S Guatemala nos propone ‘cambiar el mecanismo pero no el sentido’ de su accionar, por eso, como parte de la ‘Ofensiva de la Memoria: La Comunidad es el Camino’, los días 19, 25, 27 y 30 de junio, se realizarán acciones virtuales, ratificando lo humano, la conciencia y la dignidad que siguen erguidas desde siglos, a pesar de las pandemias y del horror.
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