Sólo Piedad
Una historia de justicia y redención.
Publicidad
Una historia de justicia y redención.
El título y el epígrafe anteriores, son exactamente los de un libro que estoy leyendo por cortesía del gran jurista Alexander Aizenstatd. (‘“Just Mercy. A story of justice and redemption”’).
No suelo escribir columnas sobre libros que leo, porque leo muy poco lamentablemente. Y me refiero a buenos libros de literatura o de historias fascinantes. Casi todo lo que leo, es lo que debo leer (o sea, lo que, asumo, les pasa a muchos: materiales, libros o ensayos sobre la disciplina o materia de nuestra elección profesional).
Pero este libro, del cual por cierto, ya se hizo una película o un documental que me resisto a ver hasta que no lo termine de leer, vale la pena comentarlo.
Su autor es Bryan Stevenson. Un abogado estadounidense muy renombrado, que fundó una organización llamada ‘“Equal Justice Initiative”’ (Iniciativa de Igualdad de Justicia), dedicada a defender a las personas en situación de pobreza; a las personas condenadas erróneamente y otras personas “atrapadas” en los confines del sistema de justicia penal de los Estados Unidos de América.
¿Cómo no puede interesarse uno en un libro narrando experiencias impactantes sobre estos temas? Creo que lo primero que uno piensa es que si esto ocurre en el coloso país del norte, cómo serán las cosas en países con sistemas judiciales menos institucionalizados y eficientes, por decir lo mínimo. (Por cierto, esto también me hace recordar de un documental que recomiendo mucho: “Presunto Culpable”)
El autor narra casos impactantes. Es considerado una celebridad en su país, pero ello se debe a una agotadora actividad movida por profundas convicciones de servicio y ante todo, de una noción conmovedora sobre la justicia.
Explica cómo llegó a considerar que la verdadera medida de compromiso con el Estado de Derecho, la vida democrática de un país, y los valores de equidad y justicia, no se determinan más que de una sola forma: en cómo se trata a las personas en pobreza (o pobreza extrema en nuestro caso), a los desfavorecidos, a los acusados, los encarcelados y los condenados.
Y dice sin tapujos: “Todos estamos implicados cuando permitimos que los demás sean maltratados. La ausencia de compasión puede corromper la decencia en una comunidad, en un Estado, en una nación.”
Coincide con algo que me ha inquietado profundamente hace años: nuestro sistema penitenciario. Creo que una buena parte de nuestros problemas estructurales se ven reflejados en dicho sistema, ¿me explico?
Pero hay una frase, la más vibrante para mí, de una gran cantidad de frases que encierran ideas y conceptos extraordinarios: “Mi trabajo con los pobres y los encarcelados me ha persuadido que lo contrario de la pobreza no es la riqueza; lo contrario de la pobreza es la justicia”.
La pandemia que azota las naciones, hará que se incrementen los niveles de pobreza y que la debilidad institucional sea aún más notoria. Estas reflexiones deben servirnos para conmovernos ante la enorme adversidad que se viene.
(PS: feliz cumpleaños al Doctor Joaquín Barnoya, quien celebra hoy su cumpleaños. Es un buen ejemplo de alguien que comprende la justicia como el abogado Stevenson).
Publicidad
El Estado de Guatemala tiene la obligación de garantizar la salud de toda la población.
La modelo curvy de 28 años vuelve a estar en el centro de escena y se corona como la mejor del 2020, según el sitio Models.com
Publicidad