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Según informaciones de prensa, algunos congresistas estadounidenses pertenecientes al Partido Demócrata nuevamente están preparando un juicio político (impeachment, en el sistema angloamericano) contra el presidente Donald Trump, esta vez a raíz de una conferencia telefónica entre este y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante la cual Trump le solicita a este último que investigue actividades sospechosas del ex vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden (2009-17), actual precandidato presidencial, y su hijo Hunter en Ucrania.
Hunter Biden fue contratado con una remuneración de US$50 mil mensuales por la empresa Burisma Holdings, en abril de 2014, siendo el fundador de la compañía un aliado político de Viktor Yanukovych, entonces presidente de Ucrania. Los republicanos han insistido en que debe investigarse si hubo o no actos de corrupción con motivo y durante dicha contratación.
La Constitución de EE. UU. establece que la Cámara de Representantes (Cámara Baja del Congreso) puede decidir que altos funcionarios sean sometidos a juicio político, por la comisión de delitos graves.
Después de que la Cámara de Representantes abre el respectivo juicio político, el Senado (Cámara Alta del Congreso) debe enjuiciar al imputado. Si el acusado resulta condenado con el voto favorable de, por lo menos, las dos terceras partes de los senadores, el funcionario queda removido del cargo e inhabilitado para desempeñar otros cargos. Lo anterior sin perjuicio del juzgamiento criminal posterior ante la justicia ordinaria, que puede redundar en castigos penales.
A lo largo de la historia estadounidense, se ha entablado juicio político contra dos presidentes en ejercicio, Andrew Johnson (1865-9), en 1868, y William Clinton (1993-2001), en 1998-9, este último por perjurio y obstrucción a la justicia en el caso “Lewinsky”, aunque ninguno de los dos resultó condenado. En 1974, el presidente Richard Nixon (1969-74) renunció antes de que la Cámara de Representantes abriera juicio político en su contra, por obstrucción a la justicia en el caso “Watergate”. Posteriormente, Nixon fue indultado por su sucesor, Gerald Ford (1974-6), lo que impidió que fuera juzgado penalmente.
Dado el carácter político del impeachment, debe tenerse presente que el Partido Republicano, que postuló a Trump como presidenciable, cuenta con mayoría en el Senado, por lo que, en principio, se ve improbable que prospere un juicio político en contra del presidente Trump. Sin embargo, no puede obviarse que Trump tiene importantes adversarios políticos en el seno del Partido Republicano.
Lo interesante del asunto es que si el impeachment se lleva a cabo será el primero en plena campaña electoral, en la cual el presidente Trump pretende ser reelecto. En todo caso, algunos analistas políticos suponen que el presidenciable Joe Biden, quien lidera los sondeos de opinión para ganar las primarias del Partido Demócrata, podría verse perjudicado por la exposición pública del “affaire Hunter”, en beneficio de sus rivales más cercanos Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
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