Democracia
“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás”. Winston Churchill.
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“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás”. Winston Churchill.
En Guatemala Tirios y Troyanos, militares y subversivos, derechistas e izquierdistas, ricos y pobres, ilustrados e ignorantes, todos clamamos por la democracia. Con todo respeto, estimados lectores, la mayoría no sabe lo que es la democracia o vivir en democracia, porque han nacido ya en ella y no estudian, ni piensan ni se preocupan. Antes de remontarnos a la Grecia Clásica, donde se origina y sienta sus principios, creo que hay que dejar claro que democracia es el sistema político que defiende la soberanía y el derecho del pueblo. Pueblo comprende a los indígenas, los mestizos, los blancos, los universitarios o analfabetas que habitan en un país, a poder elegir y controlar a sus gobernantes que fueron electos libremente. Ese sistema se llama democracia.
La democracia del latín democratia, es la organización social que reconoce que el poder es del pueblo o sea de la ciudadanía. Stricto sensu la democracia es la forma de organización del Estado en que las decisiones son tomadas por el pueblo. Para entender esto de forma simple, según yo, la mejor definición de democracia es la que dio Abraham Lincoln, en el famoso discurso que pronunció donde se dio la batalla de Gettysburg durante la guerra civil de los Estados Unidos y definió la democracia diciendo que es “…El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Si los guatemaltecos hemos escogido como sistema de gobierno el democrático, republicano y presidencialista, no una monarquía u otro tipo de gobierno, debemos los ciudadanos ser consecuentes con lo que decimos creer. Y por ende “practicar” la democracia. ¿Cómo así? Pues si a los gobiernos los eligen los ciudadanos, el pueblo, pues vamos todos a elegir a quien nos ha de gobernar desde el Poder Ejecutivo, porque el Poder Legislativo ya lo elegimos. Tenemos que ir a votar el 11 de agosto todos los que nos decimos ciudadanos. Que si en primera vuelta perdió mi candidato, pues no queda más que aceptar la decisión de las mayorías. Que si los candidatos no me gustan, pues esos son los que los guatemaltecos escogimos, no fueron los chinos ni los hondureños, fuimos nosotros y si de todas formas yo no estoy satisfecho pues es mi responsabilidad, por no involucrarme, por no pertenecer a un partido. En nuestro sistema occidental de practicar la democracia es el pueblo quien elige a través de los partidos y allí es donde hay que estar para influir e impulsar a nuestros candidatos o ser nosotros mismos los candidatos. Lo cómodo e irresponsable es decir que todos los partidos son una porquería, lo valiente y responsable es, si de los 20 partidos ninguno me gusta, el ir y fundar un partido donde están los que piensan como yo. Eso claro requiere valor, civismo y responsabilidad. Debemos recordar que para hacer patria hay que trabajar.
Es por eso que no nos debemos poner intransigentes porque quienes así lo hacen no llegan a nada y viven frustrados. Si la política es, como popularmente se dice “El arte de lo posible” no nos encerremos en nuestra intransigencia. Tenemos que ir a votar por el que nos parezca mejor o el menos malo, porque no hacerlo es dejar en manos de “los otros” el destino de la patria.
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