El ciudadano y los fanáticos
A estas alturas, nuestras débiles instituciones han sido incapaces de darle certeza jurídica al proceso.
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A estas alturas, nuestras débiles instituciones han sido incapaces de darle certeza jurídica al proceso.
Guatemala está entrando al proceso eleccionario del 2019 entre los gritos estridentes de sus fanáticos. Por un lado, están los que nos advierten de “la conspiración comunista” que perversamente han orquestado actores tan disímiles como los artífices del “Foro de Sao Paulo” (Lula, Dilma y “la internacional socialista”) en supuesto e inverosímil contubernio con el por algunos muy odiado exembajador gringo, Todd Robinson, pero incluyendo de manera prominente al Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Guterres y a su “lacayo” Iván Velásquez. Estos fanáticos ven “comunistas” hasta en exitosos empresarios guatemaltecos como Luis Von Ahn o Dionisio Gutiérrez, quienes por no compartir su pueblerina angustia acerca del inminente “peligro rojo”, son vistos como los peligrosos patrocinadores locales de esta fantasiosa alianza que tiene por propósito, dicen, imponernos un régimen “como el venezolano”, por vía de la “ilegal” elección de Thelma Aldana, a quien secretamente consideran invencible
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