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La corrupción en el ámbito público es el mal uso de autoridad del que se está investido para obtener o conceder ventajas ilegítimas, indebidas o ilícitas. Son actos de corrupción imputables a funcionarios y empleados públicos, sancionados con penas privativas de libertad, el enriquecimiento ilícito, el peculado, la malversación, el cohecho, la colusión, el fraude, la concusión, el abuso de autoridad, el incumplimiento de deberes y el prevaricato, entre otros. En todo caso, la corrupción es atribuible e imputable tanto a los que dicen ser de derecha como a los que se autoproclaman de izquierda. Por tanto, corruptos no son solo los que se consideran o se alinean con la derecha, sino también aquellos que se definen y se ubican en la izquierda del espectro político. O sea que hay corruptos en los gobiernos de derecha como de izquierda. De esa cuenta, han sido imputados y encarcelados por actos de
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