Max Quirín un caso paradigmático
Exijamos a los operadores de justicia conductas que no violen la ley porque hay cosas que por infames no se olvidarán jamás.
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Exijamos a los operadores de justicia conductas que no violen la ley porque hay cosas que por infames no se olvidarán jamás.
Hace dos años escribí dos artículos que titulé Max Quirín Historia de una infamia. Hacía un breve resumen de la exitosa vida de Max Quirín, un hombre dedicado a su familia, su trabajo y la participación cívica en Guatemala desempeñando representaciones que se le solicitaron por las gremiales de productores, industriales y exportadores, sobre todo agrícolas, en donde se desempeñó siempre ejemplarmente. Hacía mención también que Max ha sido un hombre de bien que por su simpatía hacía amigos, era respetado y bien querido por todos los que hemos tenido la suerte de conocerlo. Mencionaba además que por aberraciones judiciales que se han ensañado en él y que tales errores era urgente subsanarlos, han pasado dos años y sigue Max guardando prisión preventiva. Es un abuso de nuestro sistema ya que va para cuatro años de sufrir “prisión preventiva”. Durante todo este tiempo y a pesar de llenar todos
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