“Del diente al labio”
Enfrentados por años, al final de cuentas no hacen nada para cambiar, solo se quejan del sistema.
Publicidad
Enfrentados por años, al final de cuentas no hacen nada para cambiar, solo se quejan del sistema.
En Guatemala existen diversos grupos con voz constante en opinar sobre la realidad nacional. La gran mayoría de los participantes de la sociedad civil sean progresistas o conservadores; sean miembros de una asociación formal o de un grupo de amigos; representen pequeños o grandes empresarios; sean tanque de pensamiento o analistas legales; tienen más en común de lo que quisieran aceptar o creer. Ninguno de estos grupos se anima a cambiar el sistema desde adentro. Se mantienen constantemente criticando y pidiendo a gritos cambios según su particular opinión de lo que hace falta. Pero cuando se les presentan oportunidades para que algunos de sus miembros den el paso y participen en política, ¡nadie se anima! Cómo pretendemos tener un mejor país si a la hora de la hora no se “arriesgan”. El verdadero problema de este país es nada más y nada menos que a los guatemaltecos que tienen
Publicidad
Publicidad