Atributos de la querencia
Cuidemos que el querer de nuestra organización sea de calidad.
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Cuidemos que el querer de nuestra organización sea de calidad.
Las empresas que no desarrollan voluntad propia parece que no quieren nada, que todo les da igual, que no tienen ninguna querencia. El manejo de las querencias es algo complejo, sobre todo en los negocios familiares. Incluye una concatenación en tres partes: la querencia personal, la familiar y la empresarial, que necesitan estar coherentemente vinculadas; se retroalimentan entre sí: la personal afecta a la familiar, y esta a la empresarial, y viceversa. La capacidad de actualizar estas querencias es tarea de los dueños de la empresa. Construir esa capacidad exige que la querencia tenga tres atributos que, si se descuidan, se pierde la fuerza, la atractividad que da el sentido y el poder de crecimiento y de cambio a la organización. Primero el atributo de la dimensión o tamaño de la empresa; luego viene la efectividad o tino de la querencia; y luego la atractividad para los socios, consejeros,
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