Traición a la educación
Guatemala, en términos educativos, representa una sociedad atrasada e incapaz.
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Guatemala, en términos educativos, representa una sociedad atrasada e incapaz.
El sistema educativo en Guatemala, ha sido traicionado sí. Equivocadamente traicionado, porque la mayoría de profesionales que se han desempeñado como ministros no han defendido su trabajo y su obligación de convertirse en auténticos líderes para que el sistema mejore y vaya llenando sus infinitas carencias. Los resultados demuestran, hoy por hoy, que varios de ellos, con el mayor cinismo se han plegado a la complacencia del Poder omnímodo del país, que tiene miedo. Mucho miedo de que la mayoría se eduque, para tener criterio y no credulidad. Transformaron, ese Ministerio, en un monstruo de la burocracia y un reducto de complacencias políticas llevándolo a la vergonzante situación en la que actualmente el 80 por ciento de su presupuesto se gasta en salarios y el escaso 20 por ciento que todavía sobra, no cubre cualquiera de las urgentes de demandas educativas que agobian y limitan a la niñez. Lo
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