Dueñez* empresaria El desenfoque, debilitamiento competitivo
El éxito genera muchas oportunidades, y el empresario pronto tiende a abarcar más de lo que puede apretar.
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El éxito genera muchas oportunidades, y el empresario pronto tiende a abarcar más de lo que puede apretar.
Al manejar consolidadamente nuestros distintos mercados, productos y negocios, dejamos de observar las características peculiares que muestra cada uno. Buscamos integrar procesos, ahorrar gastos y diversificarnos; pero perdemos la opción de atacar cada mercado con estrategias diferenciadas y terminamos contaminando y confundiendo sus correspondientes políticas y prácticas comerciales, mermando nuestra competitividad y debilitándonos ante los líderes. Frecuentemente nos encontramos con casos de empresarios que, después de triunfar con el primer negocio, han logrado desarrollar varios más; y aunque generalmente vemos buenos resultados en la suma global, también observamos que ese fruto es la suma de buenos negocios y también de negocios deslucidos o incluso infames. Durante esas primeras experiencias exitosas suelen probarse y validarse algunas fórmulas triunfadoras que con el tiempo se llegan a considerar como las reglas de oro del éxito de la casa, porque en un mercado determinado, en una cierta época, fueron muy adecuadas para conquistar a
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