Eterno junior
La columna de la ugap
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La columna de la ugap
En esta, a veces noble, profesión a la que nos dedicamos (Publicidad, para el ávido lector que desconozca esta columna), es mal visto “ser junior”, es decir; “un iniciado, un neófito, un demonio de categoría baja”. Mal visto porque se supone que debes saberlo todo y sí, deberías porque hoy tenemos acceso al mundo y las excusas del pasado deberían ser solo eso: excusas. Sin embargo, hay algo que envidiarle a un junior y es la capacidad de asombro. Esa habilidad de saberse nuevo, de embarcarse a descubrir el mundo como un astronauta que llega a Neptuno. De salir a la calle y platicar con un extraño que le dé más vida a nuestra vida, de probar un jugo de cajita como si fuera la primera vez. De subirse a un bus y “pegarse más” porque “los asientos son de a tres”. De recordar que empezamos en esto porque nos
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