Carretera a El Salvador
Los caminos avanzan a pesar de la oposición financiada por los poderes del no.
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Los caminos avanzan a pesar de la oposición financiada por los poderes del no.
Hace más de un año tenía programado presentarme un día entre semana, antes del mediodía, en una actividad en San Salvador, sin falta ni excusa válida. Calculé mis tiempos en situación de emergencia ante el anuncio intempestivo de bloqueo de campesinos en El Boquerón a partir de las seis de la mañana. Madrugué con tal de superar el punto peligroso antes de la hora, pero por el mal estado del camino, lleno de baches y parches, o por lo que haya sido, apenas logré llegar a la hora en punto, cuando ya estaban por tirar sobre la pista las tablas con clavos, y se preparaban las plañideras para impedir la circulación, mostrándose en la tele extendiendo las manos para enternecer a los gentiles donantes. Sentí alivio, había superado el daño que me hubiera caído encima de no haber podido pasar. La tensión, sin embargo, no disminuyó sino hasta cuando atravesé
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