Enfoque: Como todo: desatendido el problema del agua
Mañana se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha que nos debe llamar a la reflexión a todos… ¿y a las autoridades?
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Mañana se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha que nos debe llamar a la reflexión a todos… ¿y a las autoridades?
En el año 2000 se creó el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), encargado –en teoría– de crear políticas de protección ambiental y verificar su cumplimiento, entre otras muchas atribuciones específicas. Se trataba de una iniciativa merecedora del aplauso de la sociedad, toda vez que el país necesitaba un ente rector que ayudara a detener el acelerado deterioro de nuestro entorno natural.
Lamentablemente han transcurrido casi dos décadas desde entonces, tiempo que solamente ha servido para comprobar que el problema no son las instituciones, sino los funcionarios que las convierten en ineficientes y onerosas. Si se le pregunta a los burócratas y a quienes han pasado por esa cartera, hablarán de grandes logros, pero en la práctica se puede decir con claridad absoluta: los resultados reales están a la vista y el deterioro ambiental del país es grave.
Uno de los ejemplos más claros está en el agua, ese recurso que cada vez es más escaso en el Planeta y sin el cual el hombre no puede –así de simple– sobrevivir. Veamos algunos hechos que son irrefutables, pues son respaldados por datos oficiales o de instituciones académicas serias que se preocupan y estudian la situación existente en el país:
Una prueba de la incapacidad abrumadora del ministro de Medio Ambiente, Alfonso Alonzo, es la vergüenza nacional que hemos vivido por las denuncias de Honduras sobre la gigantesca contaminación –porquería en realidad– que llevan a su territorio los ríos provenientes de Guatemala, particularmente el Motagua.
¿Un problema heredado? Por supuesto, si ninguno de sus antecesores hizo tampoco nada sobre ese particular.
Mañana se conmemora –porque no tenemos nada que celebrar– el Día Mundial del Agua. En estos días, el Foro Mundial del Agua ha urgido a los organismos internacionales a que se discuta sobre la crisis mundial del agua, que la tenemos ya frente a nosotros.
No faltará quien diga que es una exageración de los ambientalistas, pero la verdad es que en Guatemala los hechos dejan poco margen de interpretación. Recuerdo que durante la guerra, allá por los años setenta y ochenta me tocó viajar bastante en helicóptero a zonas en conflicto. Ya se veía cierta huella ambiental, pero aún era un espectáculo impresionante ver ríos y bosques.
Ese mismo vuelo en la actualidad causa dolor. Se ven los ríos reducidos a su mínima expresión en su cauce –algo suben en invierno–, los lagos se han tornado verdes, –algunos, como Amatitlán desde hace mucho tiempo– y los bosques, esos grandes aliados del agua, van desapareciendo paulatinamente.
Esperar que el Congreso entienda esta problemática es como pedirle peras al olmo. No solo no disponen de buena voluntad para legislar a favor de los verdaderos intereses nacionales, sino que tampoco tienen el
alcance de entender de qué se trata.
Imagínese querido lector, si les cuesta entender el tema del deporte, que es relativamente sencillo, esto del agua si es como una ecuación indescifrable para la mayoría de ellos.
El otro día escribí que el deporte está tan mal como nuestra política. Hoy tengo que decir que en el tema ambiental estamos igual de mal y lanzar una advertencia: si no se hace algo para cuidar el agua, pronto tendremos un problema más, fuera de control.
Debiera dar vergüenza pasar por un ministerio tan importante y sensible y no dejar una huella positiva.
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Malos tiempos para los perseguidores del Bayern Múnich (1º) en la Bundesliga. Tras el Leverkusen (3º), que perdió el viernes, este sábado fue el turno del Borussia Dortmund (4º) y del Leipzig (2º), que concedieron sendos empates.
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