La trama de corrupción del caso Odebrecht en el mundo tiene como lugar de origen a las altas esferas de gobierno del Partido de los Trabajadores –PT–; al parecer con el propio Luis Inácio Lula da Silva, dos veces presidente de Brasil, y de supuestamente la expresidenta Dilma Rousseff. El actual presidente de ese país, Michel Temer, al parecer también es partícipe de estas componendas y hasta el momento se ha librado de dos señalamientos, por causa del bloqueo de los diputados y senadores afines a su partido político. El sector privado, también gran comparsa, de las grandes empresas constructoras brasileñas, con magnates como Marcelo Odebrecht, quien ya guarda prisión después de ser condenado a 19 años de cárcel y de otros magnates de otras constructoras, que están siendo investigados por la Operación Lavo Jato, como se le designó a una investigación que comenzó con negocios millonarios en el seno