La amistad –y aquí nos referimos a hombres y a mujeres indiferentemente– es un concepto bastante difuso de definir. Cada uno tenemos nuestro sentir sobre lo que puede ser considerado amistad. Para algunos, no importa cuán lejos estén sus amigos, –más de alguna amistad perdura justamente por la lejanía– siempre y cuando permanezcan juntos en los momentos adversos. Para otros es más importante una amistad presencial, celosa, demandante que involucre pasar la mayor cantidad de tiempo posible con la otra persona, tal los viejos matrimonios que tienden a la amistad. Últimamente, el concepto de amistad se ha banalizado. Cualquiera puede ser tu amigo. –En Guatemala por ejemplo: “es buena gente, (no estorba), somos amigos”– ¿ya lo comprobaste?”. Muchos escritores, filósofos, historiadores han tratado de definir la amistad de acuerdo a las vivencias y experiencias que han tenido. Desde Aristóteles hasta Borges, cada uno se ubica con una postura distinta.  Veamos.