Hacemos más escuchando, que proponiendo
El problema de nuestra sociedad radica en el gravísimo error de creer que lo que es bueno para uno, es bueno para el otro.
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El problema de nuestra sociedad radica en el gravísimo error de creer que lo que es bueno para uno, es bueno para el otro.
El 30 de octubre del año en curso, nueve guatemaltecos se presentan ante autoridades del Gobierno de Estados Unidos de América, como “La Cantina”. Nombre disruptivo y poco usual dado el foro en el que estos se encuentran; sin embargo, muy acorde al motivo de su visita, el origen de su creación y, más importante aún, el de sus intenciones. Diverso por naturaleza en género, etnia e ideología, “La Cantina” logra un espacio que, según sus anfitriones, siempre ha estado disponible para todos, pero al que en realidad solo muy pocos acceden. El monopolio de este espacio hoy se abre a nuevos interlocutores. Es indiscutible que la gran mayoría de guatemaltecos independientemente de nuestro origen soñamos con un mejor país: uno en el que las oportunidades y el bienestar sean una posibilidad para todos y en el que el origen del individuo no dictamine su futuro y el de sus
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