El bien que conduce al mal
Debemos ingeniar un sistema social nuevo, diferente a todos los que existen, en que nuestros hijos tengan progresivamente un incremento en conocimientos.
Publicidad
Debemos ingeniar un sistema social nuevo, diferente a todos los que existen, en que nuestros hijos tengan progresivamente un incremento en conocimientos.
Cada vez que vamos a hacer un bien, debemos preguntarnos: este bien que estoy haciendo, esta buena opinión o consejo que estoy dando, ¿Funciona siempre correctamente? ¿Qué repercusiones tiene en el futuro para esa persona o para la sociedad? Lastimosamente vivimos en un país en que, a lo largo del tiempo, hemos sido guiados por educadores, la mayoría con buenas intenciones, pero en un altísimo porcentaje sin una preparación académica adecuada para guiar a los niños y jóvenes a una vida que impulse el desarrollo del país; que tengan presente, que todos tenemos una misión que cumplir en nuestra sociedad; que así como el grano de arena es tan importante en una obra de concreto, como lo es el acero, así el trabajo del menos capaz, es tan importante para el desarrollo del país, como el del más competente, en cualquier actividad en que se desempeñe en el futuro. Evidentemente,
Publicidad
Publicidad