Los políticos de choque
No pueden imaginar una transición.
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No pueden imaginar una transición.
Cuando un político va directo al choque, es porque no tiene otra salida. O porque es torpe. Es decir, hace una lectura incorrecta de su contexto y mide mal sus propias fuerzas. Cree que a su paso arrollador se le sumarán todas las huestes y que arrodillará a sus oponentes con solo anunciar los tambores de guerra. A juzgar por sus actuaciones frente a la justicia y a la sociedad, Álvaro Arzú, Jimmy Morales y los más de cien diputados que forman parte del “pacto de corruptos” creerán que no tienen otra salida que ser llevados ante los tribunales e ir a la cárcel. O, sencillamente, son torpes. No entienden la transformación de su sociedad ni del mundo en el que operan, ni son capaces de imaginar una ruta de evolución. Arzú es el prototipo del autoritario cegatón. De temperamento colérico, puede ser decidido, práctico y visionario, tanto como rencoroso,
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