Albert Einstein describe el círculo vicioso que caracteriza a la perfección, el destructivo patrón de los liderazgos históricos en Guatemala. Es indiscutible que el modelo actual  –ingeniado desde hace décadas– caducó, ante la incapacidad de generar un desarrollo económico y social generalizado y sostenible, que permita salir del subdesarrollo. Hoy nuestro país es más pobre, más enfermo, menos educado y las oportunidades, cada día, son más escasas para la gran mayoría. Esta gran mayoría nace en una condición en la que su pasado dictamina su presente y en la cual, las condiciones que proporciona el país no le permiten cambiar el futuro. Generación tras generación se nace en la pobreza y se muere en la pobreza, con la garantía de que sus futuras generaciones heredarán la misma condición. Gobierno tras gobierno las propuestas son las mismas, los protagonistas se reciclan y los escasos liderazgos de los diferentes sectores influyentes se