El hombre más irresponsable del planeta
No podemos seguir asumiendo que los problemas ambientales no nos incumben.
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No podemos seguir asumiendo que los problemas ambientales no nos incumben.
No cabe la menor duda que Donald Trump ostenta el mayor poder organizado del planeta. La responsabilidad que tiene está en directa relación con ese poder. Lo malo, es que él no lo sabe. El gobernante del país más influyente tiene una mente pequeña, a la medida del electorado que lo eligió (que no fue la mayoría). La base electoral de Donald Trump cree que puede aislar a los Estados Unidos del resto del planeta. Cree que los pequeños empleos que ofrece el Presidente son lo único a lo que pueden aspirar. Cree que “América” puede pasar por delante y aplastar los intereses de la humanidad con base en argumentos flojos.
Cuando dio su discurso informando al mundo de su decisión de retirarse del Acuerdo de París, Trump afirmó que él era Presidente de los habitantes de Pittsburgh y no de París. Una frase llena de falacia. La verdad es que el cambio climático es uno de esos temas con los cuales no se puede jugar. El destino de la humanidad está de por medio. Ciertamente el tratado no es un implacable convenio que ordene todas las medidas necesarias para afrontar el riesgo que afrontamos. Pero era un principio. Una manifestación de buena voluntad para someter los intereses egoístas de ciertas industrias al más amplio interés de la humanidad.
El hecho de que Trump retire a los Estados Unidos de los compromisos del tratado es una manifestación clara de su ausencia de empatía por los intereses globales. Trump representa una fea imagen del ser humano. Pero nos alerta sobre lo peor de nosotros mismos. Podemos ser así: miopes, cortoplacistas, inmorales, antiéticos, desinteresados en el bien común, obtusos. Y es triste pensar que, cada vez con mayor frecuencia, las masas prefieren a personas absolutamente ineptas para ocupar los cargos de Presidente de un país. Cuando ven lo horrendo que resulta dar enorme responsabilidad a un ignorante, se aprestan a defender lo indefendible.
En todo caso, el asunto del planeta Tierra nos involucra a todos. Es hora de pensar que todos tenemos responsabilidad en aportar a la solución. Cuando nos preguntamos qué hacer para (al menos) no ser parte del problema, empecemos por reflexionar lo insostenible para el planeta de una actitud consumista. Una actitud que mira los recursos naturales como bienes económicos, sin vida y sin conexión con nuestra posibilidad de sobrevivencia. Esa visión, de que el ser humano puede impunemente explotar la Tierra, fue una mentira que nos metieron en la cabeza. Es urgente dejar atrás esa falsedad. Estamos íntimamente involucrados con todo lo que está vivo en la naturaleza. Empecemos por allí… por cambiar nuestra mirada.
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El trámite lo pueden realizar con su acta de nacimiento.
La acusación formal contra los acusados es de conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material a terroristas.
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