La cleptocracia y sus corifeos, en una victoria pírrica en el Congreso, lograron extender el blindaje de la corrupción y la impunidad por un tiempo extra. Es lamentable que instituciones serias y respetables, azuzadas por voces extremistas y radicaloides, más propias de desequilibrados, opten por aliarse con las mafias para mantener cuotas marginales y simbólicas de influencia en la selección y operación de las Cortes, en lugar de buscar consensos con sectores sanos de la sociedad, con el fi n de impulsar reformas para atacar la corrupción y la impunidad que nos han tenido de rodillas. Tozudez digna de buenas causas y miopía que nos regresa al fango. Y mañana seguiremos quejándonos, como todos los días, de los extorsionistas de la 9a. avenida, de los togados sinvergüenzas, y de tantos despachos ministeriales dominados por los “manoslargas”, y fundamentalmente de las mafias criminales, sobre todo del narcotráfico, que reinan y controlan las aduanas de puertos y aeropuertos y las fronteras terrestres y sus puntos ciegos, desde donde, a partir de 1982, nos arrebataron nuestra soberanía y nuestra libertad, nuestra seguridad y posibilidades de paz y prosperidad, sin que nadie haya hecho algo.