Eduardo Galeano en Guatemala (VII Parte)
Eduardo Galeano consigna que después del triunfo de Julio César Méndez Montenegro en las urnas, se vio obligado a firmar un pacto con la dictadura militar presuntamente vencida.
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Eduardo Galeano consigna que después del triunfo de Julio César Méndez Montenegro en las urnas, se vio obligado a firmar un pacto con la dictadura militar presuntamente vencida.
En su libro “Guatemala: Occupied Country”, Eduardo Galeano transcribe la entrevista que le hiciera a Mario Julio Ruano Pinzón. Este soldado del Ejército de Guatemala había desertado y tenía poderosas razones para hacerlo. Era el único sobreviviente de los cuatro soldados que fueron testigos de un horrendo crimen y que cargaron los cadáveres.
Escribe, Galeano: “Un día antes de las elecciones que consagraron presidente de Guatemala a Julio César Méndez Montenegro, veintiocho dirigentes revolucionarios fueron capturados y desaparecieron. Eran militantes políticos, estudiantiles y sindicales: Leonardo Castillo Flores, Víctor Manuel Gutiérrez, Humberto Pineda, Fernando Arce Behrens, Francisco Amado, Carlos María Sosa, Juan de Dios Castillo, José Luis Meda, David Aguilar Mora, Víctor Palacios, Marco Tulio Molina Licona, Carlos Enrique Galindo, Iris Yon Serna, Ricardo Berganza, Rogelio Hidalgo, Mario Lemus, Emilio Vásquez, Marta Palacios, Eunice Campirán, Emma Judith Amézquita y otros. Los familiares no pudieron saber dónde estaban, vivos o muertos. En qué cárcel o en qué fosa”. Por aquellos días de marzo de 1966 se supo que la mayor parte de los 28 habían sido ejecutados en el Fuerte o Cuartel de Matamoros, en el almacén de guerra y luego tirados al océano Pacífico. De acuerdo con Galeano, a Iris Yon Serna, sobrina del comandante Marco Antonio ‘“el Chino”’ Yon Sosa, la encontraron muerta a garrotazos en las orillas del Río Motagua. El relato que Ruano Pinzón le diera a Eduardo Galeano confirma esta versión.
El relato de Ruano Pinzón comienza así: “Éramos cuatro los inferiores que andábamos con los oficiales, como pistoleros, aquella noche; andábamos con el tercer jefe, el Coronel Máximo Zepeda Martínez. Yo estaba de guardia en la puerta cuando llegó una camionetilla Ford, la placa no la vi, modelo 58, color verde. Parece que eran los últimos presos que traían. Yo le pregunté a un policía que estaba parado y me dijo: No sé; adentro hay muchos más. Estaban en el almacén de guerra. Cuando quise entrar, encontré a los oficiales y me dijeron que me fuera. El Coronel Zepeda me miró y me dijo: Mirá, hay que dormir en el cuarto de emergencia, pues parece que vamos a salir de noche. A mí y a mis tres compañeros de tropa nos dijo eso. Ellos eran Carlos Leonardo, Lisandro Chacón y el otro que no recuerdo el nombre ahorita. Ah sí, Elías, Elías Dubón”. Eduardo Galeano consigna que después del triunfo de Julio César Méndez Montenegro en las urnas, se vio obligado a firmar un pacto con la dictadura militar presuntamente vencida. Este pacto lo denunció en el periódico ‘La Hora’, Clemente Marroquín Rojas. Se estableció el pacto de inamovilidad de los mandos militares, la imposibilidad de que ningún militar de la Revolución del 44 ocupara posiciones de mando en las fuerzas armadas y la confirmación del cargo de ministro de la Defensa Nacional para el Coronel Rafael Arreaga Bosque. Este militar había conspirado activamente contra Arévalo y Árbenz y posteriormente también contra Ydígoras. Había sido el hombre fuerte durante el régimen golpista del coronel Enrique Peralta Azurdia.
Continuará…
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